El ser humano fue creado y provisto con la necesidad de la unión, estar conectado a alguna cosa o a alguien, viviendo siempre en concordancia con Dios, el creador. Pero a cierta altura, por causa del pecado el hombre se perdió, eligió no estar más en conformidad con Dios, sino con el mundo.
Hoy en día, vivir en unión en esta sociedad moderna es visto en la defensa de las mismas causas, esas causas inmorales, y que van contra la propia esencia humana. La realidad es que se unen defendiendo la desunión, jóvenes sim compromiso, ignorantes de las cosas de Dios.
Jóvenes que necesitan observar la profunda necesidad de algo nuevo, algo que verdaderamente los transforme, y esa transformación solo acontece cuando realmente estamos UNIDOS POR EL MISMO PROPÓSITO, no el propósito que el mundo da o grita, sino un propósito mayor, de DIOS.
1 CORÍNTIOS 1:10
“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa y que no haya entre vosotros divisiones; sino que estéis perfectamente unidos, en una misma mente y en un mismo parecer”
Que todos nosotros cristianos tengamos la misma convicción que Jesús, en aquello que hablamos, en la manera en como vivimos, en un mismo sentido, sin que haya desacuerdo o desentendimento.
La enorme voluntad y determinación de vivir en unión con Dios, no se resume solamente en estar con Él, sino creer, hablar, hacer y seguir lo mismo que Dios. Significa ser uno solo.
EFESIOS 4:4-6
4 Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5 Un Señor, una fe, un bautismo;
6 Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
Somos llamados para ser uno solo, el Cuerpo de Cristo, completo, edificado y fuerte.